martes, 3 de noviembre de 2015
PIPAS PROCEDENTES DE LOS GIRASOLES
Los girasoles desarrollados a lo largo del verano, procurando no ser comidos por los pájaros, nos dan unas buenas pipas.
Los girasoles van granando a lo largo del verano y las pipas se recogen cuando los girasoles están casi secos, y son desgranadas de los girasoles. Las ponemos a secar, y luego tenemos que tener las pipas en tarros hasta este momento.
Aunque algunos de los girasoles los consumimos en fresco, la mayor parte de ellos son para secar. Las pipas resultan muy apetecibles de consumir. Y pocos frutos secos están más sabrosos cuando están recién tostados.
El tueste requiere de mucha paciencia aunque también de bastante práctica y puede resultar fácil de realizar cuando se le coge el punto.
Lo primero de todo es el agua. Una vez seleccionada la cantidad de pipas que vamos a tostar, las humedécemos un poco para que se les pegue la harina y la sal.
La sal y la harina dependen de cómo las queramos de saladas y de la cantidad de pipas que vayamos a tostar. Espolvoreamos por encima la sal y movemos las pipas hasta que la cojan.
Normalmente la clave del tueste está en el horno, siendo muy importante que esté caliente, pero no muy fuerte.
Colocadas las pipas en el horno, hay que moverlas cada cierto tiempo para evitar que aquellas que están en contacto con la bandeja se puedan quemar en exceso. Su tueste depende de cómo nos gusten y cada cierto tiempo hay que vigilarlas e ir probándolas.
Es importante tanto el tostado como la conservación. Se debe de procurar meterlas en un envase hermético, mejor en cristal para impedir que cojan humedad. Es preferible ir tostando partidas pequeñas, según se vayan consumiendo pues están mucho más sabrosas.
Como todas las cosas se aprende con la práctica y un poco de paciencia y se mejora con el tiempo.
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